¿Cuáles son las ventajas de la formación e-learning?
¿Cuáles son las ventajas de la formación e-learning?
El e-learning, o formación online, es un sistema de enseñanza a distancia que cada vez tiene más adeptos en todos los ámbitos. Desde las personas que pueden acceder a cursos de formación especializados desde casa, pasando por los estudiantes de todos los niveles hasta llegar a los profesionales que, dentro de su plan de carrera, disponen de formación continuada en su área de conocimiento, cada vez hay más recursos, herramientas y aplicaciones dirigidas a mejorar el aprendizaje.
Esta formación se suele llevar a cabo a través de una plataforma específica en la que se integran todas las herramientas necesarias para llevar a cabo los cursos. Existen muchas opciones con diferentes niveles de complejidad (desde las más básicas, a las más profesionales y a medida de las necesidades particulares del curso) y pueden incluir vídeos explicativos y webinars, secciones donde dejar documentos y descargarse hojas o resúmenes, secciones específicas de tutoría con el docente al cargo, formularios de examen y, en definitiva, todas las herramientas que se necesiten.
Las ventajas principales del e-learning
- Flexibilidad y compatibilidad
Para el alumno, la principal ventaja del e-learning es la flexibilidad horaria, que puede realizar la gran mayoría de las actividades según su propio horario. Con esta flexibilidad es posible compaginar la vida laboral y doméstica con el estudio y la formación. Las pocas actividades sujetas a horario suelen ser las tutorías (aunque se puede establecer un horario flexible, también) o lo webinar. En todo caso, este tipo de recursos siempre admite el acceso en diferido para los miembros del curso. - Aprendizaje activo
La flexibilidad de este tipo de formación facilita la motivación del alumno, que no depende de horarios, ni debe acudir a un aula para sus clases. Esto mismo implica que el aprendizaje de esta persona será más activo, pues será el propio alumno quien determine el ritmo de progreso, y quien gestionará su tiempo y la dedicación. El resultado es un aprendizaje más efectivo y consolidado. - Seguimiento personalizado y exhaustivo de la formación
Las herramientas disponibles permiten realizar seguimientos de actividad, tiempo en la plataforma, realizar evaluaciones precisas, verificar su participación en foros, la actividad global en la plataforma, conocer su grado de satisfacción con el curso… El nivel de personalización de una formación online es total, proporcionando al alumno un entorno conocido, a su medida y diseñado para que saque el mayor rendimiento a su formación. - Mejora de la pedagogía
Estrategias como la gamificación mejoran la participación y aumentan la retención de conceptos. Si el diseño de los cursos online es el adecuado (lo que se llama el “diseño de instrucción”), el potencial de aprendizaje es enorme. - Recursos ilimitados y contenidos actualizados
Las plataformas de e-learning ponen a disposición de los alumnos el acceso a todos los recursos y materiales necesarios, en todo momento. Además, cualquier actualización de contenidos por el motivo que sea, cualquier expansión de contenidos, aclaraciones o novedades será algo sencillo y rápido. El alumno podrá recibir la actualización casi sin enterarse, y es factible disponer de un temario y contenidos al día con un coste ínfimo. - Reducción de costes para la empresa
Disponer de una plataforma de e-learning operativa, diseñar los cursos y las evaluaciones tiene un potencial enorme para las empresas, puesto que hace posible formar a los empleados continuamente con una reducción dramática de los costes operacionales. No es necesario reservar espacio físico para la formación, no es necesario disponer de materiales físicos como libros, cuadernos o cualquier otro tipo de herramienta. Es más, partiendo del presupuesto inicial destinado al curso y su diseño, cada nueva edición actualizada reducirá los costes en un gran porcentaje.
Estas son las principales ventajas del e-learning en el ámbito profesional. Los trabajadores de una empresa podrán formarse y mejorar sus capacidades y sus habilidades en sus áreas de trabajo, mientras que la empresa puede dedicar a ello una fracción de los recursos que requiere la formación presencial. Por ejemplo, se eliminan los gastos como viajes y desplazamientos, formadores, el alquiler de locales y todos los materiales impresos, por lo que es posible dedicar ese presupuesto excedente en mejorar otras áreas estratégicas.