El plan de carrera como incentivo para la retención del talento

El plan de carrera como incentivo para la retención del talento

Los profesionales actuales buscan incentivos más allá de la remuneración económica. Lo que en el pasado era un motivo suficiente para retener el talento en la empresa, hoy es uno de varios factores, y no es el más decisivo. Los beneficios adicionales, lo que se conoce como salario emocional, pesan más en las decisiones que el sueldo mensual.
Un buen incentivo para los empleados es ofrecer planes de carrera personalizados, de manera que el trabajador tiene conciencia de su recorrido futuro en la empresa, de su crecimiento y expectativas a largo plazo. A su vez, los beneficios para la empresa son muy claros en el sentido de una mejor relación con sus empleados y una capacidad de retención mucho mayor.
Un plan de carrera, esencialmente, es un proceso vinculado a la gestión del talento humano en la empresa. Con él se contribuye a planificar el desarrollo y crecimiento futuro del empleado mediante la guía y formación necesarias, estableciendo metas y objetivos profesionales.
Por tanto, empresa y empleado tienen intereses en que los planes de carrera se lleven a cabo. La primera, porque así dispondrá en su seno de trabajadores altamente cualificados y preparados para asumir mayores responsabilidades cuando se presente la oportunidad por una vacante o porque surjan nuevas posiciones.
Para el empleado se abre la oportunidad de crecer en su carrera profesional dentro de la empresa, y de alcanzar puestos de mayor jerarquía, mayor remuneración y mejores beneficios sociales, entre otras ventajas.

Las claves del plan de carrera en la retención del talento

Disponer de planes de carrera para los empleados proporciona muchos beneficios a las organizaciones. En primer lugar, disminuye la tasa de rotación de los empleados. Al ofrecer un camino laboral de crecimiento se está dando seguridad al trabajador y se reduce su incertidumbre con respecto al futuro de su carrera profesional, aparcando el impulso de buscar nuevos horizontes laborales en otras empresas.
En segundo lugar, aumenta el compromiso y productividad de los colaboradores. Unas buenas perspectivas de carrera profesional son fundamentales para que el trabajador esté más contento, cómodo y se sienta reconocido por sus empleadores. El empleado deja de tener tareas y obligaciones, para tener por delante toda una carrera profesional.
Por último, pero no menos importante, disponer de planes de carrera para los empleados refuerza significativamente el employer branding, o lo que es lo mismo, la imagen que la empresa proyecta hacia potenciales empleados en el mercado laboral. Esa imagen será positiva porque la organización se convierte en un lugar recomendable para trabajar porque se preocupa por el desarrollo y el bienestar de los empleados
Para llevar todo esto a buen puerto, es clave la comunicación entre trabajadores y empresa. Fomentar una cultura de desarrollo profesional empleando las herramientas que se ponen a disposición del trabajador, establecer las líneas de carrera disponibles, y a la vez dejar claro que ese desarrollo es responsabilidad de cada persona son los puntos fundamentales en los que se sustenta el éxito de los planes de carrera como vía para retener el talento en la empresa.