Los mejores consejos para tener un gran perfil profesional en LinkedIn

Los mejores consejos para tener un gran perfil profesional en LinkedIn

LinkedIn es una red social para profesionales orientada a establecer relaciones comerciales y profesionales, más que relaciones personales, y en ella encontraremos empresas y profesionales que buscan, principalmente, promoción, networking y negocio. Tiene unos 500 millones de usuarios en todo el mundo, y solo en España ya suma 10 millones, por lo que es un gran lugar para mostrarnos como candidatos potenciales para empresas de nuestro sector o interés.
Para un candidato, o una persona una persona que busca crecer profesionalmente, LinkedIn es una buena oportunidad si se aprovecha bien. Lo primero que hay que tener en cuenta es que un perfil de LinkedIn no es un CV. Por eso, hay que olvidarse del formato más o menos conocido del curriculum vitae y pensar de otra manera. En LinkedIn se busca el contacto profesional, no solo se busca empleo. Es posible encontrar inversores para un negocio, mantener el contacto con colegas del pasado, conseguir contactos a los que no podríamos acceder de otra manera, conocer a profesionales del sector con los que intercambiar opiniones o conocimientos…

¿Qué debe incluir un buen perfil en LinkedIn?

Primero veremos los puntos esenciales del perfil que primero van a ver nuestros potenciales contactos. Esto es importante para una buena primera impresión, como imaginarás. Son cuatro cosas muy sencillas, pero que hay que cuidar muy bien para obtener los mejores resultados:

  1. Una fotografía profesional. En Linkedin necesitamos una fotografía que nos muestre tal y como somos, pero no puede ser una fotografía excesivamente informal. Digamos que es algo así como una foto de carnet, pero pensando en que hemos de transmitir sensaciones positivas (estilo, elegancia, aptitudes, actitud, alegría, calidez, disposición…). Claro está, la calidad de la fotografía (encuadre, luz, foco…) influyen muy positivamente… o negativamente.
  2. Tu nombre y apellidos (sin abreviaturas, apodos o nicks). Esto es fácil: simplemente, di quién eres.
  3. Un titular profesional. Es una de las partes esenciales del perfil de LinkedIn. Hemos de pensar a quién nos dirijimos (dependerá de nuestros objetivos). Si buscamos empleo, nos dirigimos a los empleadores; si buscamos clientes, a nuestros clientes. Por tanto, este titular debe condensar en 120 caracteres aquello que buscan nuestros clientes, empleadores, colegas… Es un reto, merece la pena esforzarse en ello.
  4. Un extracto profesional. Dispones de 2.000 caracteres para presentarte y contar quién eres, a qué te dedicas y todo lo que sea relevante sobre tu perfil profesional. Es, por decirlo así, la parte en la que te vendes como profesional. Es la parte más leída del perfil, así que imagina su importancia clave. Por añadidura, nada más acceder a tu perfil solo son visibles las primeras dos líneas del extracto, por lo que deben servir para que las personas interesadas quieran saber más sobre ti.

Hecho esto, lo siguiente que debemos procurar es añadir aptitudes a nuestro perfil. Esta es una funcionalidad interesante para completar un perfil y que, de manera visual, los potenciales contactos puedan ver cuáles son las más validadas por tus contactos de primer grado. Es posible añadir hasta 50 aptitudes a validar en un perfil.
Disponer de recomendaciones en tu perfil es muy útil. Las recomendaciones son una confirmación de que haces un buen trabajo y servirán a tus potenciales empleadores o clientes para decidirse. ¿A quién pedir las recomendaciones? A jefes o ex jefes, superiores directos en empresas donde trabajaste en el pasado, de compañeros, de subordinados; de clientes, sin duda las mejores recomendaciones que puedes obtener en casi todos los sectores.
El último punto de gran importancia (hay más detalles que atender, pero hoy nos centramos en lo esencial) es, como no podría ser de otra manera, incluir toda la información de contacto que sea posible en nuestro perfil, en el lugar que corresponde y también bien visible en una imagen de cabecera profesional. Esto, aunque parezca mentira, no aparece en todos los perfiles profesionales y es uno de los errores más costosos en términos de empleabilidad. ¡Que no se te olvide!