Clara Gómez: Con orgullo

Clara Gómez: Con orgullo

Clara Gómez
Directora Financiera

Cuando a una persona con un perfil financiero como el mío, se le invita a colaborar en un artículo para la news de tu Compañía, te surge la duda de si lo que puedes aportar va a ser muy técnico y opaco. Por eso al margen de poder hablar sobre EBITDAS, rentabilidades, endeudamientos, DSO, decidí compartir lo que desde un puesto con el mío, más te acerca al resto de personas con independencia del área a la que pertenezcan. El ORGULLO de pertenencia a un Grupo. 

Desde nuestros orígenes esta pertenencia nos marca y diferencia del resto de personas. Nos hace crecer con unos valores y una cultura diferente a la de otros grupos. Históricamente las sociedades hemos buscado formar parte de una marca. Los orígenes de nuestras propias familias, de donde vienen nuestros progenitores, a que colegio fuimos, nuestras primeras vacaciones, nuestras amistades, nuestros sitios de formación profesional, institutos y universidades, nos han llenado de orgullo y lo hemos llevado por bandera.  

Este noble sentimiento debería tenerlo cualquier persona con independencia de su situación laboral y personal. Es un sentir que se une con el compromiso y la responsabilidad de hacer bien las cosas. Hace entender que tu labor es importante para que ese grupo, esa familia, esa empresa. Hace que ese grupo crezca con los valores en los que tú crees y con los que te sientes identificado. Este ORGULLO tiene que producirse desde una posición de respeto al prójimo. Sabiendo además que la diversidad nos enriquece y nos hace poder crecer con más oportunidades de mejora continua. 

Cuando las personas que forman parte de una organización empresarial adquieren este sentimiento de ORGULLO de permanencia a dicho Grupo, se consigue que todos los integrantes a dicho proyecto saquen lo mejor de sí mismos, y este desempeño más allá de ser un medio para conseguir recursos económicos, se convierta en un medio de contribuir a que dicho proyecto se empodere y consiga nuevos retos. 

Conseguir que las personas adquieran este sentimiento de orgullo, se convierte hoy en día en el mayor reto con el que se enfrentan las organizaciones empresariales. Con independencia de si tu aportación es temporal o más permanente, esta implicación con el fin que tiene la empresa en la que desempeñas tu trabajo, hace que las personas estén motivadas para dar lo mejor de sí mismas sintiéndose importantes y reconocidas dentro de este Grupo.  

No debemos de olvidar que detrás de cada Estado Financiero, existen una multitud de personas que de una u otra manera han contribuido no sólo con los resultados de una compañía sino de una manera más indirecta con que una sociedad sea mejor. Por lo tanto, está en nuestra mano trabajar de la mejor forma para que nos podamos sentir orgullosos de haber contribuido a esto, y de pertenecer al GRUPO que consigue esos resultados.